Tengo varios años observando las fiestas navideñas y aun no logro entender qué relación existe entre el nacimiento del niño Jesús y las implacables explosiones de fuegos artificiales. Colorida, ruidosa y peligrosa actividad que sin compasión atormenta a niños, perros e inclusive a los adultos que no la soportamos. Por eso año tras año ya en los primeros días de diciembre, se presentan en mi consulta cuidadores solicitando recomendaciones, productos, medicamentos o sustancias que tranquilicen a su mascota, es decir que minimice su respuesta motora, es algo como “embriagarlo” o ponerlo en “cámara lenta” y disminuir así su capacidad refleja.
El detalle es que esta estrategia no disminuye su capacidad auditiva, que en el perro es 20 veces más que nosotros, y en el gato unas 20 veces más que en el perro, y tampoco disminuye el temor ante la incomprensión de las explosiones; por eso deben considerar una serie de factores antes de tomar esa decisión, las cuales pueden estudiarlas en compañía de un médico veterinario colegiado y con experiencia en el tema.
En primer lugar sedar (tranquilizar artificialmente o a través de la aplicación de alguna sustancia) a su mascota, puede generar salivación espesa y vómitos, éste es un signo muy frecuente, pudiéndose presentar en cualquier raza o edad, sin embargo es más peligroso porque aumenta el riesgo de ahogos mortales, en aquellos perros de nariz corta o braquicéfalos, como el Pug Carlino, Boxer, Boston Terrier y Bulldog entre otros. Este vómito pudiera ser evitado si sedamos a la mascota con al menos 8 horas de ayuno, es decir que si quiere suministrar la sedación a las 7:00pm, debe haber comido como muy tarde a las 11:00 am., sin embargo a estos perros prefiero no sedarlos sin supervisión médica constante y lo mismo considero con los muy jóvenes y los muy viejitos, (menos de 6 meses y mayores de 8 años), pues el hígado y el cerebro especialmente, pueden reaccionar de manera desfavorable y sorpresiva ante la sedación.
Debe también considerar el sitio donde van a dejar al perro o gato tranquilizado, NO pueden dejarlo en un sitio frío, húmedo, con escaleras, a la intemperie, ni con la posibilidad de que tropiece y le caigan encima objetos pesados, recordemos que es un “borrachito”, por lo tanto el lugar donde el pase sus horas de sueño debe ser cálido, oscuro, con colchones o mantas, ventilado, con música clásica y aislado lo más posible del ruido externo.
Con respecto al producto para sedarlo, les recomiendo que utilicen Maleato de Acepromacina en tabletas o inyectado fabricado en países que cuenten con excelentes controles de calidad para su importación, pues esto garantiza que la concentración que dice en el envase es la que contiene cada pastilla, por lo tanto la reacción que va a generar en la mascota debe ser la esperada, y con respecto a las dosis, éstas van de acuerdo al temperamento, peso, raza y la edad del animal, por lo tanto son responsabilidad y deben ser indicadas por tu médico veterinario.
Si no cumples con las condiciones ambientales ideales antes mencionadas, ni tu animal presenta las características adecuadas de raza, peso, edad y tamaño para utilizar una sedación fuerte, pero sin embargo debes suministrar algún producto, puedes usar sedantes naturales como: valeriana, té de lechuga, tilo cargado, y algún otro tradicional, pero debes saber que tienen mejores resultados en perritos muy pequeños, de tercera edad y cardiópatas, casos en los cuales recomiendo usar estos productos alternativos pero siempre con la asesoría de tu médico veterinario.
Con respecto al peso del animal, cuando se trata de perros mayores de 30 kilos, yo prefiero que utilicen la presentación inyectada, particularmente entreno a mis clientes para que lo hagan en casa y le suministro la dosis exacta a utilizar junto con la hora y el lugar anatómico preciso para sedarlos sin riesgo, e indudablemente con toda la asesoría reglamentaria para que su mascota no corra riesgo alguno.
En definitiva, sedar a tu mascota no es un juego, no debe ser la primera opción y siempre debe ser considerada la última, pues existen otras menos riesgosas como los tapones auditivos casi siempre de color anaranjado y de goma espuma que venden libremente en farmacias y ferreterías, éstos se amasan para que tomen la forma de un pitillo, se introducen en el canal auditivo y en segundos se expanden aislando la onda sonora sin generar ningún tipo de molestia en el caso del perro, porque debo reconocer que en gatos puede ser más complicado que se los deje colocar. También pueden colocarlo en una habitación aislada del ruido exterior ambientada con música clásica en volumen lo suficientemente alto como para que no se escuchen las detonaciones pero no tan alto como para atormentarlo, factores estos que nos ayudarán a pasar ese momento ruidoso sin riesgos.
Finalmente no quiero dejar pasar la oportunidad de recordarles anotar todos los años la marca, dosis y hora en la cual utilizaron la sedación, así como la reacción que lograron, ya que esta información ayudará a su médico veterinario a redosificar a su mascota el año próximo. Por otro lado, aproveche el tiempo antes de que llegue el mes de diciembre para educar a su mascota y lograr que no le tenga miedo a los ruidos, ¿Cómo se logra esto?, es tema de otro artículo, sin embargo les adelanto brevemente que eso se consigue conectando el ruido con una acción de festejo y no como sucede en la mayoría de los casos que conectamos la explosión con una reacción de sobre protección; imaginemos el momento cuando ocurre… ¡¡¡BUMMM!!!… ¿qué hacemos? Corremos a abrazarlo y tratar de calmarlo diciendo: “ven mi amor no te asustes yaaa yaa pasó”, pues eso no es más que crear un Reflejo Condicionado Negativo que se traducirá en lo siguiente: cada vez que tu perro escuche ¡¡¡BUMMM!!! correrá para ser abrazado, cargado y consentido, (ojo, tu lo entrenaste para eso) y eso NO, NO y NO es correcto, lo ideal es que cuando ocurra la explosión lo celebremos y decir el nombre de tu perro como si de su cumpleaños se tratara, es decir buscaremos crear un Reflejo Condicionado Positivo, lo que se traducirá entonces en que cada vez que ocurra la explosión, el saldrá a festejarla, se trata de un simple entrenamiento que debemos hacer con tiempo y debe iniciar por nosotros, preparémonos entonces para romper paradigmas las próximas navidades.
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