No importa en qué país te estés, en cualquier momento puede existir dificultad para encontrar la marca de alimento concentrado que usualmente le ofreces a tu perro o a tu gato, momento crítico cuando surge la pregunta ¿y ahora que le doy?.
Esta situación me motivó a realizar un estudio de varias posibilidades, ordenarlas y sobretodo adaptarlas a la realidad venezolana, empecemos.
1-. La primera opción le va a servir a las personas que prefieren continuar ofreciendo alimento concentrado pero no encuentran la misma marca siempre. La recomendación es buscar alimento comercial antes de que se acabe el que le tienen en casa, la idea es que si no encuentran la misma marca, tengan tiempo suficiente para ofrecerlo mezclado a partes iguales (el actual y el que encontraron) al menos por 6 días seguidos, pasados esos días ya no debería afectarle el cambio de alimento. Muchos me comentan que -“todos los alimentos le hacen daño”, pero la mayoría de las veces es el cambio brusco el problema.
La otra inquietud que se presenta es si le pueden dar al perro comida de gatos, esta opción no es recomendable por largos períodos de tiempo, pero podría solucionar el inconveniente por unos días sin causar problemas importantes de salud, también sucede de manera inversa, es decir comida de perros para el gato.
2-. La segunda opción está indicada para perros o gatos que presentan problemas en el hígado o en el riñón. En el mercado existen alimentos concentrados especiales para ayudar a alimentar a los animales que presentan hepatitis, cistitis o nefritis entre las más comunes, pero muchas veces no se encuentran o resultan muy costosos, la opción que ofrezco es: mezclar 50% de arroz blanco y 50% de carne blanca (pollo o pescado), a esto le agregarás 1 zanahoria rallada, 1 cucharada de miel, 1 cucharada de requesón o ricota, 1 cucharada de afrecho y 1 cucharadita de aceite de oliva.
Esta mezcla debe prepararse al momento de ofrecerla y como se trata de una alimentación baja en grasa y de fácil digestibilidad es ideal que coma dos veces al día la cantidad que el animal quiera comer en 5 minutos, pasado este tiempo, siempre debe dejar escasos granitos de arroz en el plato, sino deja nada, debes colocarle un poco más de comida para que quede satisfecho, por eso hablo de porcentajes y no de cantidades.
3-. La tercera y última opción que les ofrezco en esta oportunidad está inspirada en la alimentación del lobo originario, en el perro salvaje, en el gato silvestre, de ancestro de los animales cazadores, todos ellos se han alimentado de la cacería durante miles de años y no solo han sobrevivido sino que han evolucionado. A su vez se han realizado muchos trabajos de investigación comparativa en la cual analizan grupos de animales que consumen alimentos concentrados, contra grupos de animales que comen alimentos crudos, obteniendo resultados sorprendentes relacionados con la ausencia de enfermedades, mayor longevidad y capacidad reproductiva en los animales que consumieron alimentos crudos, vale decir que es una alimentación similar a la de los ancestros de los animales salvajes.
A este tipo de alimentación se le conoce como dieta B.A.R.F. que es el acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food, o Bones and Raw Food que en español es: alimentación cruda biológicamente adecuada, o huesos y comida cruda, la cual fue mencionada por un veterinario de nacionalidad australiana llamado: Ian Billinghurst, dedicado a la nutrición de animales en su libro “Give your dog a bone” “Dale un hueso a tu perro” publicado en 1.993
Consiste en lo siguiente: mezclaremos diferentes porciones de ingredientes calculados en porcentajes y no gramos o kilos para facilitar el trabajo.
Primero 60% u 80% lo representan huesos carnosos crudos. Estos huesos carnosos son estos que tienen un 50% de carne y 50% de huesos frágiles, por lo tanto me refiero a cuellos, espalda o alas del pollo y también pueden provenir de pescados completos pequeños tipo sardinas. Para evitar problemas con la bacterias que pudieran estar presentes en estas porciones, les recomiendo que laven estos ingredientes por varios minutos con agua muy caliente; para evitar problemas con algún hueso de punta aguda o espina, les recomiendo que los utilicen CRUDOS, pues se ha demostrado que estos no se astillan como si lo hacen los huesos cocinados, y finalmente para mejorar aún más la eliminación de bacterias en alimentos no cocinados, les recomiendo que luego de triturarlos, los congelen por tres días, de esta manera disminuyen al mínimo la presencia de bacterias que podrían de forma eventual, causar algún inconveniente en su mascota.
Segundo, 10% o 20% proteína animal. Esta porción estará integrada por vísceras o carne de pollo, trozos de pescado sin huesos, o mejor aún y mucho más económico, la pueden completar con hígaditos de pollo, de res, molleja de pollo, corazón o inclusive mezclar algo de cada una de estas opciones.
Tercero, 10% Vegetales. Aquí podemos usar trozos bien picados o mejor aún rayados y crudos de repollo, coliflor, calabacín, berenjena, zanahoria, papas maduras, espinacas, auyama o cambur; la idea es copiar el alimento que podría encontrar el animal cazador en los intestinos de sus presas que por lo general son herbívoros como los conejos, las aves pequeñas y algunos lagartos.
Finalmente, 5% o 10% Adicionales. Estos adicionales lo pueden integrar un huevo crudo, algunos recomiendan con la cascara otros no, lo dejo a su decisión, pero si tomas la segunda, lávalo muy bien por favor; puedes usar también un vasito de queso crudo tipo ricota o cuajada, e inclusive puedes usar un vasito de yogur natural.
Cuando se trata de gatos, debemos tomar en cuenta que tienen diferencias fisiológicas, por lo tanto las proteínas del primer ingrediente deben estar en proporciones de 80%, las vísceras en el segundo ingrediente debe ser corazón, ya que el gato necesita de un amino ácido llamado Taurina y este se encuentra en el corazón en grandes proporciones, y finalmente los vegetales deben ir siempre rayados en proporciones de no más al 5%, pues se les dificulta del punto de vista enzimático disgregar la celulosa de los vegetales.
Todo esto se mezcla, lo dividen en porciones iguales en bolsas plásticas que le facilite congelarlo por tres días, y antes de servirlo a su mascota, déjenlo unas 12 horas a temperatura ambiente para que, no solo se descongele, sino que tome una temperatura lo más parecido a la temperatura corporal.
Por último, tenga en cuenta que cualquier cambio brusco en la alimentación puede generar trastornos intestinales, por lo que una vez aprenda la preparación y note que a su mascota le gusta, no le haga cambios constantemente, o al menos lo menos posible.
Estas ideas son adaptables a cada realidad y modificables siempre bajo los parámetros de seguridad y recomendación que les hice a lo largo del artículo, usted tiene la receta final y su perro o gato es el que la aprueba.
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